Via Galletas. Riglos (agosto 2007)

Via escalada por el Sherpa y Jorge a finales de agosto de 2007.

La via comienza a unos 50 metros a la derecha del punto mas bajo del Fire.

El L1 asciende directamente hasta un arbolillo seco y desde aqui hay que ir hacia la izquierda hacia la R1.
El L2 es una travesia hacia la izquierda por la que se llega hasta una vieja reunion que es mejor saltarsela y continuar por una fisura descompuesta por la que se llega a la R2.
El L3 sale en recto por terreno descompuesto hasta el pie de un desplome en un nicho (posible reunion). Se supera el desplome y se monta reunion.

El L4 sale hacia la derecha durante una larga travesia ascendente hacia la derecha por la que se llega a un muro al pie de un nicho en el que se monta reunion. Aqui nace la via "fisuras".

El L5 sale hacia la izquierda, se pasa un seguro y se supera un muro que llega a la canal que da lugar a la chimenea. Despues de un pequeño paso desplomado se monta la reunion a la izquierda.

El L6 sale a la derecha y tras un corto paso se gana el comienzo de la chimenea que en cuatro largos alcanza el collado.
Desde aqui se puede subir a la cima de la punta "no importa" o empezar a el descenso por la
canal.
Con una dificultad de 6b resulta ideal para subir por primera vez al Fire. Las reuniones estan equipadas con argollas.
Aqui dejo un par de reseñas encontradas en la red.


Descenso



Espolon Fischesser al Campbieil (21-03-2009)

Salimos de Zaragoza un viernes con la calma, ya que la intencion es dormir en la estacion de esqui de Piau-Engaly para madrugar el sabado y hacer el espolon Fischesser al Campbieil de 3.173 metros.

Es una via muy larga, con 1.100 metros de desnivel, pero tiene a su favor que su aproximacion es relativamente corta, ya que en poco mas de una hora desde el aparcamiento te plantas en la base. Tambien tiene a su favor que al contrario de los corredores que la rodean, no esta expuesta a las avalanchas pese a ser una cara sudeste. Es una escalada poco sostenida, pero muy bonita, con muchos pasajes de mixto hasta la mitad de la ascension, y despues con largas aristas de nieve.

No madrugamos en exceso pese a saber que va a ser un dia muy largo. Conforme vamos aproximando nos parece ver unos frontales a mitad de pared, mas tarde nos damos cuenta que de a mitad nada, casi en el primer tercio.



Empezamos a escalar el primer corredor, que da acceso a la base de un resalte de mixto (60º y pasos de IV de roca muy descompuesta), yo lo paso sin encordar, el sherpa no lo ve muy claro y le tiro la cuerda para que suba sin problemas. A partir de este momento la escalada se hace muy penosa, no hay pasos muy dificiles y vamos sin encordar, pero la roca deja muchisimo que desear y la nieve que hay esta sin transformar, asi que poco a poco y con la mayor seguridad que podemos vamos ganando metros.



Despues de pelear con la roca por fin llegamos a la arista, que desde aqui parece interminable. Hay tramos mas comodos de 50º y algunos mas empinados pero mas cortos, de hasta 65º. hay que andarse al loro porque se forman unas cornisas elegantes, e incluso en ocasiones hay que cambiar de vertiente, que es cuando la cosa se pone mas delicada.

Cuando por fin llegamos a lo alto del espolon, ya solo quedan unas rampas de nieve (65º) hasta la cima, pero aun queda sortear el serac que cuelga de la cima. Intentamos buscar algun lugar por donde sobrepasarlo, y al final, a la derecha del todo podemos franquearlo y llegar a la cima con las ultimas luces del dia.



El descenso se hace bastante penoso, ya que no encontramos huellas y es de noche. Sabemos hacia donde tenemos que ir y por donde es el regreso, pero no lo vemos nada claro, o mas bien no vemos nada, ya que es noche cerrada. Tras dar muchas vueltas decidimos esperar a que amanezca, ya que con el sol las cosas se ven de otra manera. Pasamos un frio del carajo, ya que hacia muchisimo viento, y una vez que amanece nos damos cuenta que la noche anterior habiamos estado a escasos metros del collado Lenquo de Capo, que conducia a la estacion.

Con el sol calentando en exceso llegamos al coche donde nos tiramos un rato y nos tomamos unas patatas y unas cervezas para celebrar la ascension.

En definitiva, una ascension muy larga y muy bonita en terreno mixto durante la primera mitad y en nieve durante la segunda. Totalmente recomendable si se tiene suerte y se pilla en condiciones.



El Pisón, una buena alternativa.

El viernes fuimos a dormir a Villanúa para el sábado madrugar e ir pronto para el Aspe, pues la idea es hacer la Edil pero la cosa se veía fea desde el primer momento porque a las 5,30h de la mañana en Candanchú hacía 5ºC positivos pero íbamos a subir igualmente a ver que había por ahí arriba ya que no había ninguna otra alternativa.

En dos horas estamos en la base de la vía, la nieve de aproximación está bastante bien de lo cual alucinamos porque a las 7.30h a la sombra hace 8ºC ¡ No escalamos ni de coña! Además eso no era otra cosa que una lluvia de cascotes de hielo y una cascada que había a la derecha de la Directa a la Norte se cayó practicamente entera cuando nosotros estábamos en el mismo pie de la Edil, por cierto, el primer largo y la cueva están tapados de nieve inconsistente(aparentemente).

Viendo lo visto, antes de las 12 de la mañana estábamos en Candanchú a más de 15ºC y directos para casa a descansar. Comiendo pensamos qué podemos hacer: lo único factible es ir al corredor de los franceses en el Anayet pero hacerlo por la noche para llegar al amanecer a la cima, así que llamo a Dani que sé que ha estado por allí y la verdad es que no me dice nada nuevo; mucho calor, nieve blanda... a tomar viento nos vamos para Zaragoza.

De vuelta pensamos en nuestros queridos mallos de Riglos y su fantástico Pisón (al que nunca habíamos subido) así que elegimos la vía más asequible el Espolón Adamelo.


A las 11 estamos empezando el primer largo y poco a poco vamos ganando metros y superando panzas (aunque en el segundo largo haya que recurrir a las técnicas del artificial) A las 15.30 estamos en el collao y de aquí teníamos un poco duda a ver por dónde tiraba la vía pero más o menos con los buriles que hay te apañas. A las 17h llegamos a la cima del Pisón ¡estamos en lo más alto de Riglos!

Pronto empezamos los rápeles pero las cuerdas no hacen más que anudarse una y otra vez y a las 19.30h y en cinco rápeles estamos en el suelo.
Cuando llegamos al pueblo lo primero que hacemos es ir al bar pero nos dicen que no quedaba pan asi que nos vamos para Ayerbe y nos tomamos unos bocatas de longaniza a la brasa que estaban "delicaos".
Dificultad. 5c

Via Mariano. Tivissa.

El sábado por la tarde quedé con Dani para escalar un poco el domingo, la idea era hacer algo por Riglos pero viendo que la nevada del Pirineo llegó hasta allí decidimos ir a la zona de la playa, esta vez a Tivissa.
Escalar en esta zona en invierno da gusto pues parece verano y nunca hay nadie.Cuando llegamos a este pueblecillo fuimos al bar a tomar algo y preguntar cómo se llegaba al Morral de la Peña Roja pues yo ya había estado pero no me acordaba muy bien.

Cenamos dentro de la furgoneta de Dani unos buenos bocatas ya a pie de vías y a eso de las 10 y media de la noche estábamos dentro de nuestros sacos.

A las 10 de la mañana ya tenía todos los zarrios (que no eran pocos) colgados para empezar a escalar por una zona un poco herbosa. En tres largos bastante disfrutones y facilones ( el segundo largo es un poco más tieso, pero sale) llegamos a la cima. Nos hicimos algunas fotos y bajamos para abajo para hacer alguna otra vía. Al final hicimos el primer largo de otra vía para que Dani se animara a meter los cacharros de los cuales no acabó muy convencido, pero bueno es lo que hay.
Al mediodía decidimos poner ya freno por este fin de semana y prepararnos para ver lo que nos deparará el que viene por el Pirineo. Espero que grandes escaladas...

Dificultad. V

Cara Oeste del Taillon. Corredor de la Izquierda (febrero 2009)

Aqui va el relato de la cara oeste del Taillon, realizada por el enano.


Alucinante, así se podría definir la ascensión de el último fin de semana de Febrero. Después de mucho tiempo nos juntamos los tres hermanos para ir a escalar. El viernes por la tarde fuimos a Bujaruelo con la intención de escalar la central de la cara oeste del Taillón así que nos preparamos allí todas las mochilas cargadas hasta arriba (como de costumbre) poniéndonos a andar con los frontales en la cabeza practicamente de noche. En verano había subido a la cabaña de eléctricas en menos de una hora y esta vez nos costó... ¡tres horas!

Cuando llegamos allí no hacía más que salir humo de la ventana, pues además hacía tiempo que olíamos a fogata... y después de mucho gritar desde la ventana y no oir a nadie ni nada mi hermano entra para ver que pasaba, y una vez dentro vuelve a gritar varias veces hasta que se oye una voz débil francesa, según nos contó luego el sherpa no veía nada dentro de la cabaña debido al humo y debía tener al mozo a escasos metros y no lo podía ver, entonces le preguntamos que si podía respirar bien y que si quería salir fuera pero dijo que no, que estaba bien.

Una vez que salió Javi de allí dijimos que allí no se podía dormir así que echamos 10 minutos más andar y buscamos un buen llano para vivaquear. Una vez aquí, tocaba lo de siempre, ir a por nieve, fundirla, hacer agua para el día siguiente...y entre unas cosas y otras nos echamos a dormir a la una y media a -2ºC. El despertador ya estaba puesto a las 4.30 de la mañana para ir rapidamente hacia la oeste.


Despues de desayunar unos tés y algo sólido dejamos todo lo de vivaquear al lado de una roca cubierto de nieve para que no se lo llevara el viento. Después de mucho patear, estamos en el glaciar de los gabietos y miramos la pared viendo que la única vía factible es el corredor de la izquierda pues la central está bastante escasa y en la Quintana se han metido un par de cordadas.

A las 10.30 estoy ya con todos los bartulos puestos en el arnés pinchando el hielo del primer largo a pesar de que cae algún bolo de hielo de alguna cordada de arriba que habíamos visto meterse. Al segundo largo le ataca Jorge saliendo de la reunión con una fina cascada, y luego el largo se pone serio con una cascada de unos 10 metros o así con algún paso a 90ºC que tira para atrás. Una vez hechos estos dos largos está hecha practicamente la vía pues aún quedan 250 metros o así pero es una pendiente de nieve bastante sencilla con alguna cascadita interesante.

Son las 16h cuando nuestros culos están sobre la cima del Taillon¡por fín! que largo se me estaba haciendo esto. En poco empezamos el descenso hacia el glaciar de los Gabietos en esamble cuando en la arista de bajada vemos que unos franceses salen de la central y es entonces cuando nos comentan que estaba un poco escasa de hielo y había bastante mixto y roca. Cuando estábamos llegando al glaciar le dije a mis hermanos que iba hacia el pie de la cascada a por el tornillo de hielo que se le había caído a mi hermano, ellos me dijeron que no fuera que no lo iba a encontrar ni de coña y después del cansancio de todo el día me puse a tirar para arriba por una pendiente de 45ºC durante un buen rato a por ese tornillo, pues tenía la corazonada de que íba a estar allí, de que lo íba a encontrar. No tuve ni que buscarlo, cuando llegué al pie de la cascada estaba allí, clavado en la nieve ¡Qué suerte!
Cuando se lo dije a estos ni se lo creían y entre tanto y tanto un helicoptero de la Gendarmería llevaba alrededor de 2 horas dando vueltas sobre la cara norte del Taillon. Cogimos las cosas que habíamos dejado en el glaciar y bajamos disparados hacia eléctricas a ver si aún estaba aquel colgao de anoche o... qué pasaba. Cuando estábamos llegando hacía el collao de Bujaruelo vemos como el helicóptero saca a un tipo a través de una cuerda que le habían echado desde arriba, se colgó y voló cientos de metros colgado de aquel cable, cuerda o lo que fuera, que salvaje.

Después de todas las aventuras de este día tan completo llegamos a eso de las 19h a la cabaña, que todavía olía bastante a hoguera pero se podía respirar bien y otra vez a la repititiva tarea de coger nieve, fundirla, hacer sopitas...

El domingo al levantarnos había caído una ligera nevada y durante la bajada hasta la pilona seguían cayendo algunos copos que otros. Después de tomar algo por la mañana, volvemos a hacer las mochilas y salir hacia abajo y en seguida llegamos al coche con una sonrisa en la cara después de la panzada de todo el fin de semana.


Dificultad. D

Mas fotillos en http://www.flickr.com/photos/40393785@N05/sets/72157622035858138/