Asi pues, el planteamiento era sencillo. Tratar de trotar cuando el terreno nos dejase y cuando no se pudiese tocaria andar. La unica condicion, tratar de hacerlo de dia pese a que en estas fechas ya son casi mas las horas de noche que con sol.
3 dias nos llevo acabar los cerca de 120 kilometros que hariamos con un desnivel positivo de aproximadamente 9.000 metros. (Los datos son a ojo totalmente, por lo que he leido por ahi)
Despues de un largo viaje llegamos a Posada de Valdeon, donde decidimos que empezaria nuestro anillo.
Mientras preparabamos el mochilon con todo lo necesario para el frio que ya empieza por estas fechas y con barritas y bocatas como si fuesemos a estar un mes por el monte vimos que la rueda de la furgo estaba pinchada... empezabamos bien!
Salimos tranquilamente pasadas las 10 de la mañana en direccion a Cordiñanes y de alli al refugio de Collado Jermoso. Parada tecnica, una barrita y seguimos hacia Las Colladinas, Tiros de Casares y Refugio de Cabaña Verónica. Aqui ya el primer percance con la orientacion. Llevabamos un GPS con el track a seguir pero nunca ninguno de los dos habia usado nada tan moderno asi que despues de meterlo en la mochila, sacamos los mapas y los papeles con la ruta descrita que por muy rustico que parezca, esto nunca falla y tras consultar a un paisano que nos dice que por donde queremos hace falta casco¿? nos dirijimos hacia alli sabiendo que otra cosa no, pero con la cabeza tan dura que tenemos es como si llevasemos casco incorporado.
En Cabaña Veronica bocata y trago de agua mientras nos tratan de convencer un grupo de mozos de Cadiz que alli tambien tienen mucha montaña "como esta"... cascatela!!!
Salimos hacia La Vueltona y nos encontramos a Carlos Suarez y a Luis Alberto Hernando que nos cuentan que van tratando de encadenar 3 escaladas en los 3 macizos (o algo asi) y nos dicen que por delante va Ramon, asi que aligeramos el paso y cuando lo encontramos nos quedamos un rato de charreta. Tan lejos de casa y encontrarnos, que casualidad!!!
Foto de Ramon Ferrer |
Ya se habia ido el sol asi que tocaba parar, cenar y dormir.
Al dia siguiente salimos a primera hora cuando todavia hacia un poco de fresco hacia Pandébano, Refugio de la Terenosa y el Refugio de Urriellu. Aqui parada tecnica le decimos al guarda que llevamos intencion de dormir en el refugio de Ario y nos dice que ya le manda un mensaje al guarda para decirle que vamos para alla, asi que suponemos que estara abierto y podremos dormir en caliente.
Subiendo a Urriellu |
En la zona de invierno del refugio de Ario, casi como en Alpes! |
Aqui nos tomamos un buen plato de fabada y a dormir.
Al dia siguiente nos quedamos charrando hasta pasadas las 10 de la mañana en el refugio y salimos en direccion al refugio de Vegarredonda, subida que compartimos con un grupo de corredores locales.
Salimos de Vegarredonda hacia el Collado la Fragua, llegamos a Jou Santu donde por primera vez en todos los dias empieza a caer alguna gota, llegamos a La Forcadona por terreno bastante incomodo y damos la vuelta a Peña Santa (zona muy bonita y remota). Llegamos a Vega Huerta y por la Canal del Perro hasta el Collado El Frade (este tramo se nos hizo mucho mas largo de lo que imaginabamos) y bajada muy rapida al Refugio de Vegabaño por un bosque espectacular.
Cafe, barrita y a cerrar el circulo, que ya no queda nada. Subimos al Collado Escobaloso para bajar al pueblo de Caldevilla ya por pista y de aqui a Posada de Valdeón, donde acabamos nuestro anillo teniendo que encender el frontal en los ultimos cinco minutos de pista, que por supuesto, hicimos andando.
Para celebrarlo lo metemos a un bar a tomar una Ambar (raro que haya esta cerveza por aqui, pero cojonudo!) y llegamos a la conclusion de que a estas tierras hay que volver pero con una cuerda y cacharros que aqui hay roca para aburrir.
El anillo de Picos es espectacular, muy bonito y muy salvaje. Imprescindible GPS (si lo sabes utilizar, no como nosotros). Merece la pena hacerlo de esta manera, puesto que si lo haces del tiron te pierdes muchas zonas muy bonitas durante la noche y no se si compensa. Tambien decir que los desniveles son brutales pero tambien hay muchos tramos de pista en los que si te gusta correr vas a disfrutar como un enano. Nosotros al reves, por las pistas penamos pero por el monte anduvimos como un cerdo en un charco.