Diagonal del maldito, invernal solitaria el dia de nochevieja

Este último día del año 2018, pude realizar en solitario esta clásica del valle de Benasque, que ya había realizado allá por el lejano julio de 2008, recién llegado de Bolivia, con mi amigo Agustín y de la que guardaba un grato recuerdo.
Amanece llegando al collado del Aragüells
La ruta
Ibon de Cregüeña
Salí sobre las 05,35 de la mañana del coche aparcado a una media hora de la cabaña de pescadores, con buena nieve todo el camino, hasta pie de vía.
No llevaba reloj  para variar, así que no se el tiempo que me llevaron los largos y la aproximación.
Una vez en pie de vía, me encuerdo y hago el largo,con piolets y crampones, fácil hasta unos cordinos que hacen de reunión en un bloque, unos 50m. con algún pasillo de IV+.
Pie de vía
Desmontando el primer largo
Rapelo y vuelvo a subir desmontando el largo. El siguiente largo me da más guerra saliendo por una placa helada hacia la izquierda, y luego hacia un diedro algo roto.Superado este dudo, creo que hace años subí hacia la derecha,por unas placas de III fáciles, pero ahora están todas verglaseadas y subo hacia la izquierda por un diedro bastante roto de IV+ que lleva a una placa de nieve, donde monto reunión en un bloque,60 metros justos.
Desmontando el segundo largo
Bloque de la segunda reunión
Desde aquí ya salgo con la cuerda en la mochila, por una travesía fácil a derechas para coger el corredor característico de nieve, en buenas condiciones.Este corredor es fácil, pero tiene dos pequeñas bajaditas o travesias donde la nieve estaba un poco inestable y me hizo andar con cuidado.
Pasillito estrecho para llegar al corredor

Ya en la vertical del corredor

En julio de hace 10 años, esta parte final del corredor ya no guardaba nieve, así que salimos trepando hacia la derecha a coger la cresta de Cregüeña. Esta vez, llegué hasta el final del corredor. Aquí me esperaba una sorpresita, los últimos 20m. muy expuestos por el lado norte y con unas condiciones pésimas de nieve que me exigieron bastante, hasta alcanzar la cresta propiamente dicha y posteriormente la cima.
Primero de los mini descensos o travesías.Se ve la parte final
Vista desde arriba de la segunda travesía
Tras pasar un resaltillo de roca bastante arriba
Justo antes de la salida
Para bajar estuve bastante rato dando vueltas, ya que no tenía claro el descenso hasta que destrepé unos metros por el corredor junto a la cima y encontré unos cordinos.
2 rápeles de 30m. me depositaron en tierra firme y desde aquí corriendo (literalmente) para llegar a cenar o me cortarían las pelotas.
Preciosa y variada ruta, muy recomendable.
Junto a la cima, ventosa y fría

2 comentarios:

Edu dijo...

Buena aventura pa despedir el año con emoción.

javigalve dijo...

La emoción la puso la poca batería que llevaba en el frontal para bajar hasta el coche, como no hubiera llegado a cenar, para parienta y los suegros me matan. Eso si fue emoción.
Por cierto, enhorabuena por el aliento del diablo.
El único aliento del diablo que se verá en mi casa es el mío alguna mañana de resaca