Marruecos (2ª parte) Gargantas del Todra





Siguiendo con la (breve y escasa) cronica de nuestro viaje a Marruecos, aqui os dejo un breve resumen y unas fotillos de la segunda parte del viaje, que nos llevo hasta las gargantas del Todra.

Vista general de la Garganta




Aproximaciones muy cortas pero incomodas




Nada mas llegar de Taghia a Marrakech, conseguimos empalmar un autobus que salia esa misma noche hacia Tinehir, ultimo pueblo antes de adentrarse en las gargantas. En dos horas salia el bus, asi que corriendo a hacer la compra para los proximos 12 dias y a buscar un ciber para poder mandar noticias a la familia y los amigos.





Despues del ajetreo de la ciudad, nos montamos en el bus durante un viaje eterno que nos lleva toda la noche. Cuando amanece llegamos a Tinehir, donde tras tomar un te y dar un paseito nos engañan para llevarnos al final de las gargantas por un modico precio (bastante barato para ser extranjero, pero muy caro para ellos)



En Todra y tras mucho regatear (y dar un poco de pena) conseguimos un alojamiento bastante bien de precio (1 euro por persona y dia) en una terraza con un pequeño cobertizo, con unas vistas inmejorables sobre la playa el mansour.


Tomando el sol en nuestra "suite"

Estuvimos unos 10 dias escalando (menos cuando la lluvia hizo aparicion) en los principales sectores de la zona (el Mansour, les Jardins, pared de Levante, varias vias al pilar du Gue y al pilar du Couchant...)




Tambien abrimos una via muy guapa al Pilar du Gue con el consentimiento y posterior reconocimiento de Hassam, maximo representante y autentico guru de la zona, de la que en breves publicaremos la reseña.




Adelantamos un dia nuestra vuelta a Marrakech debido a nuestro precario estado de salud (gastroenteritis aguda, por decirlo de una manera fina) donde tras pasar por la ducha, pudimos disfrutar de la ciudad y de sus gentes, y es que, no solo de escalada vive el hombre.




En definitiva, un viaje impresionante y realizado al estilo rustico en su maximo exponente. Aventura 100% asegurada.



Chema advierte que estos viajes en estilo rustico quien los prueba repite y quien repite...se enamora!