Invernal al Picu Urriellu

Después de mucho tiempo preparando todo llegó el momento. Salgo corriendo de la comida de Navidad, me despido de la familia y me voy. Me voy pal Naranjo, no os preocupeis que ya daré noticias, les digo.

Unas últimas compras por Santander y una última cerveza en Sotres para verlo todo más claro. El día 27 empezamos con el primer porteo (muy heavy, más de 30 kilos tranquilamente) Llego al refugio y me acojono, las cosas como son. Entro y allí está la crem de la crem. No los conozco pero por las caras que tienen, son unos máquinas fijo. Tienen que estar curtidos en mil batallas, estos si que se han tenido que comer buenos vivacs, pienso para mí. Y no iba tan desencaminado... el gran Pirata y Unai Castresana por un lado; Mikel Bonilla, Alex Txikon y Adi por otro...y yo ahí, con un petate más grande que yo. Con dos cojones. Y mi compi Manu que viene por detrás.

Nos presentamos todos, pues vamos a ser uña y carne por unos cuantos días. Almorzamos todos juntos y nos cuentan como han ido los primeros metros y las primeras sensaciones de las vías en cuestión. Los vascos a Zumbel (al ladico de nuestro Pilar del Cantábrico) y Pirata y Unai a Revelación, a la izquierda de la mítica Rabadá- Navarro.

Bajo y ya tengo ganas de subir, vaya ambientazo que hay en el Picu!!! Por la tarde relax pues mañana aun queda otro porteo igual de severo. Así pues, el 28 hacemos el último porteo y pasamos allí la tarde con los vascos esperando a Pirata y Unai que han aprovechado para ganarle metros a la pared. Por otro lado, Alex se baja, iba a hacer salto base pero parece que le duele el pie. Luego, sus amigos le delatan diciendo que un colega le ha quitado la escayola para venirse al Picu, que zumbaooooo!!! Aún le estará esperando el médico para quitarle la escayola, jeje.

Cuando vienen, cenamos todos juntos y comentamos la jugada. Parece que a partir de esta noche dan vientos  fortísimos y mañana será día de descanso. Esa noche el viento sopló de la hostia. A mediodía, después de 15 horas en la cama y aburridos decidimos hacer un porteo a pie de vía. Vemos que aquí el viento se calma, pues con el desplome de la Bermeja, se está guay así que nos ponemos a escalar a ver si nos quitamos el primer largo. El primer buril de la vía está como a unos 10 metros del suelo, mi idea, subir en artificial. Me ato las cuerdas, pongo el friend morao, me cuelgo y me peta. Hostiazo al suelo!!! Empezamos bien la vía, que digo bien, de puta madre!!!! jajaja

Venga no ha pasado nada. Empieza Manu, se calza los gatos y sube en libre hasta el primer buril donde ya se pone las botas (escalando en libre a -6ºC, claro que sí!!!) Llega a la reunión y mientras el rapela por una cuerda yo desmonto por la otra. Llegamos al refu con las últimas luces, siendo que hoy, nadie ha escalado. Para quitarnos el mono y como toma de contacto no ha estado mal.

A la noche volvemos a juntarnos todos y comentamos la idea para los próximos días. Unai y Pirata entrarán con todo con la idea de, no saben cuando, pero salir por arriba. Y por otro lado, Adí y Mikel con sus más de 100 metros fijados intentarán hacer los 3 largos que les quedan y rapelar para no dormir en la pared, pues Adi no se ve para tirarse no sé cuantos días en la pared. Nosotros montaremos los dos largos que nos faltan en la Bermeja y bajaremos a dormir para al día siguiente, entrar a matar.

30 de Diciembre. Toca madrugar, hoy es día de escuela.  Pronto para arriba y para pie de vía. Empezamos a jumarear cuando el día empieza a clarear, nosotros tenemos 35 o 40 metros pero es acojonante ver cómo se jumarean estos más de 100 metros. Una vez ya en la reu, empiezo a darle caña. Clavico por aquí, gancheo por allá hasta que llego a los buriles. Llevo hora y media metido en el largo y me quedan 5 o 6 metros cuando, de repente, se tuerce todo. Fueron 10 minutos para olvidar. Salgo del buril poniendole mi peso al gancho, me subo del estribo y busco el siguiente gancheo. De pronto, oigo por arriba a Mikel gritar y cómo le petan uno a uno los tres plomos. Yo, intentando no moverme mucho en mi gancho, le pregunto cómo está. Hago los dos gancheos siguientes y cuando pillo el buril, respiro tranquilo y ahora sí le pregunto como está. Me dice que bien pero que se bajan. Por abajo, también oigo a Unai y al Pirata. Pero que haceis aquí? Íbamos muy lentos y nos metemos a Zumbel pero vamos a esperar a que bajen estos.

En lo que estos montan el rápel, yo acabo el largo. Cuando rapela me dice que se ha petado el tobillo, que no lo puede apoyar. Yo, espero a que mi compi desmonte todo el largo. Y cuando llega me comenta de bajar. Todos los curtidos se han bajado y nosotros, tenemos las inseguridades propias de una cordada novata en esto del Bigwall. Yo, personalmente hubiera tirado, pero Manu no lo acaba de ver (normal, Pirata y Unai deberían estar en la pared y por otro lado, lo del accidente, quieras o no, influye). Así que eso hacemos.

Cuando llegamos al refu ya está el helicóptero para llevarse a Mikel al hospital. Le damos ánimos y el helicóptero despega. La verdad es que me jode una barbaridad todo lo que ha pasado, pero las cosas suceden de la manera que suceden y contra eso no se puede hacer nada. Como me decía Unai, si nos hemos bajado y ha pasado todo esto tal vez sería que no deberíamos estar allí. Me hubiera gustado poder haber haber acabado la vía, pues era un puñetazo encima de la mesa y callar las malas habladurías que hay en este mundo tan hipócrita del alpinismo. Pero no pasa nada, no tengo prisa y el Picu no se va a mover y yo, cualquier día de estos vuelvo para allí.