Vuelven buenos tiempos


Se acabó un verano muy bueno en el que nos pegamos un mes por los Alpes sin parar de hacer actividades alpinas muy buenas y que despedimos con dos clásicas de roca como la Contamine-Vaucher a la Aiguille du Peigne y la Nabot-Leon a la Aiguille Rouge de Blatiere.
Nuestro "campo base" a los pies de las agujas


Una vez finalizadas las vacaciones deportivas en Chamonix y de vuelta a la vida normal la actividad ya no se retoma con tantas ganas, pero aun asi volvemos a las tapias y hacemos el “diedro 120” en el Midi d´Ossau y mientras el enano se larga al Naranjo y después al Fire a hacer las “Rabada-Navarro”, mi vida laboral me da justo para poder escaparme a la sur de las Maladetas y poco mas.
Bartolo en la Sur de las Maladetas
La cabeza parece que tampoco quiere funcionar asi que nos tomamos una epoca de relax en la que decidimos hacer algo de deportiva, que de vez en cuando tampoco va nada mal, pero salimos poco y sin mucha convicción ni motivación. Los dias pasan y Chema se va escapando a Vadiello alguna tarde y yo me dedico a correr un poco con la intencion de cambiar el chip y marcho hasta Cantabria a correr la ultra trail “desafio Cantabria”.

Diedro 120 en el Midi
Y de repente todo cambia. Deportiva por el valle de Benasque que hace que vuelvas a recuperar sensaciones, unas carrericas por el monte para desconectar y darte cuenta de que tampoco estas tan mal como pensabas, una competición de escalada en la que te empapas de ambición y ganas de superación, un finde con los chavales de la escuela de montañeros en Vadiello que te hacen encadenar sin quererlo y te transmiten ese espíritu que tiene la juventud, ese buen rollo y esas risas permanentes. Los crios te enseñan a no pensar en nada más allá, solo aquí y ahora, tan solo disfrutar del momento. Cenas regadas con buen vino y mejor gente que dan paso a la roca caliente de Benabarre, encadenes y mas encadenes hasta que los brazos revientan y te queda la fuerza justa para poder sujetar la jarra de cerveza que te mereces…

Pincho dandolo todo en la compe del Pepe Garces
La deportiva ha vuelto y, lo mas importante, la ilusión y las ganas de volver a salir al monte “a sufrir” un poco parece que cada vez son mayores y es que esta claro que rodearse de buena gente hace que cada salida sea aun mejor que la anterior.
Apretando en "el ultimo jamaiquino" 7a de Benabarre 
Se acaba este periodo de hastío, de creer que este mundillo ha cambiado tanto que no es para ti, pero te das cuenta de que tan solo son unos pocos los que intentan contaminar este mundo de la montaña y que aunque ellos así lo crean, no nos representan.

Los “dinosaurios”, esa generación de escaladores que decía Pati Blasco en un articulo que leí hace años, no se han extinguido. Esos dinosaurios seguirán “a la caza de buenas sensaciones, de viajes y de recuerdos con los que llenar una vida” y en eso estamos, en seguir disfrutando y pasándolo bien por las montañas.
Y es que, seguramente, pasaremos a formar parte de una especie reducida en un futuro cercano, y de un pasado quizá menos brillante pero probablemente mas glorioso.

Muchas gracias a todos los que hacéis que este deporte sea tan diferente.  
¡¡¡NOS VEMOS POR LAS MONTAÑAS!!!

3 comentarios:

Iñaki dijo...

Vaya resumen más resumido de tanta actividad veraniegaaaa!!! A una línea por escalada!

pincho dijo...

Para mi lo mas importante de esta entrada no son las experiencias sino las reflexiones...

No rebles en tu empeño por "domesticar" a la montaña. Su fiereza te enseñara que a ti tampoco te podrán domesticar.

Un abrazo, mi querido "rústico"

Juan korkuerika dijo...

Buena, con sentimiento y con mucho mucho jugo!!! Que no falte un sueño y una montaña en tu corazón y en tu cabeza!!! ERES MUY GRANDEEEE
Abrazaco y hasta la vista alpinistaaaaa