Esta primavera ha sido estupenda, el tiempo nos ha dejado escalar un poco y la verdad y lo más importante lo hemos cogido con muchas ganas. Diversas vías en Montrebei, Midi Ossau, Ordesa, Ansó... hacen que proyectos que tienes desde pequeño se vayan pasando de una manera difrente por tu cabeza y te los puedas llegar a plantear. Sólo hay que creerselo!!! que dice Jordi... Yo le añadiria un matiz, hay que creerselo y escalar mucho, pero primero hay que creerselo!!
Una de las grandes vías que siempre miraba con admiración era el Pilar Sur del Grand Midi de Ossau, un rutáneo inalcanzable, pensaba yo. Cuatro o cinco vías antes por el Midi para cogerle rodamiento y a por él!! Si la vía fue dura, las condiciones más. Viento, lluvia, frio e incluso nieve en pleno mes de junio. Unas condiciones excelentes para una vía excelente, claro que si. No hay largo facil, todos hay que lucharlos como un cabrón, pero esa ilusión por aquellos proyectos que tienes desde hace años y años puede con todo eso y más. Al final y tras un largo y duro día ahí estabamos Jordi, Bartolo y yo. En la puta cima del Grand Midi Ossau. Varias son las veces que los tres hemos estado aqui, pero sin duda alguna ésta era especial, al menos para mí. Un escalofrio me recorre el cuerpo al pisar la cima. Es tarde, hace frío, está oscureciendo, pero no pasa nada, "tan solo" tengo que bajar por la vía normal, un poco de cuidado en los destrepes y fuera.
Otra de estas grandes vías fue la Rabadá Navarro en el Gallinero de Ordesa, otro vión hecho realidad. Nos situamos al pie de la pared con las primeras luces del día y tras otra jornada de luchar (y navegar por los grandes mares de Ordesa...) conseguimos salir por arriba con las últimas luces del sol...Una de las mejores puestas de sol... Emociones a flor de piel. Bajamos las clavijas y no paramos de hablar de esta vía tan especial.
Y esta semana, fruto de la casualidad, he estado por el Naranjo de Bulnes. Mala previsión de tiempo y un tembleque generalizado al ver la Cara Oeste del Picu es lo que había por allí. El día anterior ni me imaginaba que al día siguiente la intentariamos. Pero mira, a veces la suerte apuesta por ti y tú, una vez más lo das todo. Así que ahí andábamos, subiendo los 20 y muchos largos de la Rabadá Navarro. Una única posibilidad era la que teníamos para cumplir otro sueño y la aprovechamos. Largos y largos, empalmar todo lo que se podía, rozamientos de cuerdas, algún que otro ensamble..vamos, un infierno. Afortunada o desgraciadamente, le he cogido demasiado cariño a este tipo de infiernos y poco a poco te hacen madurar y crecer como persona. Quién me iba a decir a mí que iba a subir por estas tapias algún día!
4 comentarios:
Vaya colección de viotes!!!
Con paciencia y saliva se la metio el elefante a la hormiga Iñaki...jaja
JOee! Que buenas, grandes! Y cumpliendo sueños...! Enhorabuena, y a seguir disfrutando de esa forma!
Abrazo!
Ala maquina! A estas vías no vayas con gatos que no sean de tu talla!! No me la lies
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