Tras la aventurilla de hace apenas seis días, sigo con más ganas de escalar, pero esta vez en una pared de menor envergadura.
Quedé con Guillermo para ir a escalar esta vía que teníamos mirada de hace tiempo y la verdad es que no nos defraudó. Tiene tres largos y el más bonito ( y difícil) es sin duda el segundo, una chimenea típica riglera pero a la vez diferente y el tercer largo excepto la salida es una rápida trepada que nos deja en la cima.
En fin, es un día de esos que realmente se disfruta. Muy recomendable.
Dificultad: V+
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